Es un matiz algo sutil, pero si lo analizamos realmente no tiene nada que ver: algo urgente implica que tienes poco tiempo para desarrollarlo y supone un cierto estrés precisamente porque hay una fecha límite a la que someterse, puede ser urgente comprarte un traje de boda nuevo porque tu amigo se casa el sábado. Pero en realidad no es demasiado importante si tienes uno viejo en el armario.
En lo que me toca, en los últimos meses he ido acumulando taréas, compromisos, y deseos, y al final todo era urgente, todo era imprescindible de hacer cuanto antes, pero empecé a perder la noción de la importancia que tenía cada asunto para mí. Muchos de estos asuntos, tanto lo que iba dejando de lado, como lo que iba poniendo en su lugar, llegaron a atorarme. Así que un día exploté.
Provocado por un problema de salud que me alejó temporalmente de la mayoría de estos asuntos, me di cuenta de que tenía que ir priorizando. Es por ello que tomé medidas directas, como las que alguno ya conoce (deje de colaborar en algún foro, al menos de manera tan intensa como antes, empezando por TusSeries.com). También he tenido que dejar mis planes de autoaprendizaje en nuevos lenguajes de programación, trabajos de tiempo libre, etc, etc.
Ahora mismo lo veo desde fuera, y me da miedo de cómo podría haber acabado. El camino a la depresión tiene pocas señales, y solo sabes que llegas cuando ya no puedes volver. No sé lo cerca o lejos que me quedé, pero ahora sé que me siento más agusto, y que puedo ver de manera más fría lo que realmente es importante para mí, y lo que convertí en importante por el mero hecho de ser urgente. Afortunadamente he sabido controlar las consecuencias de mi cambio, y espero poder volver a hacer todo aquello, pero de una manera más pausada e inteligente.
Conclusión
En fin, a la mayoría de los que leeis esto os dará un poco igual lo que me pasa o deja de pasar, pero lo cuento porque a más de uno le puede suceder. A veces damos prioridad a cosas urgentes, dejándonos en el camino las realmente importantes, que al final se vuelven urgentes. Ahí es donde hay que tomar las decisiones, y es donde podemos vernos influidos por la presión, el estres, o el miedo a las consecuencias de dejar lo que para nosotros es menos importante, y centrarnos en lo que realmente sí lo es.
En palabras de Leo, que lo dice mu bien dicho: "Lo ideal es priorizar y centrarse en el trabajo más valioso, es decir en lo importante, sin perder demasiado tiempo en las tareas urgentes" :)
O como diría José Mota: "¡Hay que controlar el ansia viva!".
Cuanto nos queda por aprender en esta vida... (y no hablo de aprender a usar el iPad, que por lo visto está chupao).